MARIO MARIN U.
Esculpiendo la historia de una etnia
Pocas personas tienen la gran pasión
por la cultura Quimbaya que manifiesta el Maestro Mario de Jesús Marín, Artista
escultor y quien ha dedicado gran parte de su vida a revivir aspectos históricos
y alegóricos de los quimbayas. Este emblemático hombre quimbayuno, nació ya
hace 66 años en el seno de una familia tradicional. Su infancia en la finca El Jardín de la
vereda El Bambuco lo marcó para siempre convirtiéndolo en una persona amante
del campo y de las tradiciones cafeteras, pero más allá de eso, tuvo sus
primeras experiencias con el arte descubriendo el mágico esplendor de la tierra
viva. La arcilla fue la primera materia prima que utilizó para moldear sus nacientes
obras que fueron inspiradas por la madre naturaleza, descubriendo que la forma
y el color lo hechizaban.
Mario terminó el bachillerato en
la Normal Nacional de Armenia con el sueño implacable de convertirse en un
artista íntegro, que entre formas, espacios y colores lograría reivindicar al
pueblo quindiano con la desaparecida cultura Quimbaya. Pasó por la misma
problemática de la mayoría de los jóvenes de nuestro país cuando desean acceder
a la educación superior: no tenía dinero. No obstante, sus ganas y empeño por
lograr su cometido lo hicieron merecedor de una beca en la ciudad de Popayán,
donde se hizo profesional en educación artística y en artes con especialidad en
arte precolombino, dejándose llevar por la escultura como forma de expresión
artística, como manifestación tangible de cultura, como patrimonio de las
futuras generaciones.
Su vida al regresar a Quimbaya se
convirtió en la eterna tarea de revivir a los Quimbayas, de recordarle al
pueblo las tradiciones y riquezas del pueblo aborigen que habitó estas tierras
antes de la conquista española. Su labor docente le facilitó llegar a los más
jóvenes y crear en ellos conciencia y amor por el legado cultural de los
quimbayas. Durante sus 28 años como profesor de artística, artes plásticas y
publicidad se encaminó en la búsqueda de métodos adecuados que hicieran aflorar
en los educandos, sensibilidad, imaginación, y capacidad creadora.
En el año 1970 dio un paso hacia
el cumplimiento de su proyecto de vida al fundar la Asociación de Artesanos de
Quimbaya, lo que ha generado una reconocida industria artesanal en el
municipio, además fue uno de los creadores del Museo de Historia y Arte
Quimbaya, lugar de referencia para propios y extraños que exalta la
desaparecida cultura que habitó durante siglos estas terrenos. Ahora el Maestro
Mario Marín está retirado formalmente de la docencia, lo que no significa que
haya dejado de lado sus proyectos con la comunidad, más bien ahora dedica la
mayor parte de su tiempo para cumplir con el compromiso que tiene consigo mismo
de promover la cultura Quimbaya.
Es indiscutible
que una de sus obras lo inmortalizará como artista: El Poporo. En la cultura
Quimbaya los poporos eran recipientes para guardar la cal y otras sustancias
alcalinas necesarias en la masticación de las hojas de coca, generalmente estaban
acompañadas de agujas o alfileres largos para sacar la cal y llevarla a la
boca. Este monumento ubicado a la entrada del municipio se ha convertido en un
referente y ha sido reconocido mundialmente por su belleza y significado.
Actualmente le está dando su toque final a la obra llamada Mujer Quimbaya en
Gestación, en homenaje al don de la vida, y a las aborígenes maltratadas por
los colonos.
Para el centenario del municipio
en 2014 está trabajando junto con la Fundación para el desarrollo del Quindío en
la creación de un parque temático en la verdad La Soledad, dedicado a la
cultura Quimbaya que mostrará a los turistas las diversas matices de esta
cultura, su temática, historia, desarrollo y hábitat; además, sensibilizará a
la gente para que no olvide a las civilizaciones que nos precedieron, su legado
y sabiduría milenaria. Esto como parte de su objetivo de hacer de Quimbaya un
municipio de turismo cultural, que complementa al tradicional turismo ecológico
y de aventura que es habitual en la región.
Mario nos recuerda que “En
Quimbaya se han encontrado grandes hallazgos como el tesoro de la soledad, que
consta de 200 piezas de puro oro que se encuentra en España y aunque existe la
intención de regresarlo al país, lo que debemos hacer es destacar la cultura
con alegorías que nos llenen el imaginario histórico”. Precisamente, su
proyecto para las fiestas de la Inmaculada Concepción el 7 y 8 de diciembre es
la presentación de una réplica de este tesoro que será ubicado en el parque
principal del municipio. En versiones anteriores del Festival de Velas y
Faroles ha sido galardonado por sus maravillosas creaciones alegóricas.
En su libro Imaginarios Histórico
y Alegórico, Cultura de los Quimbayas el Maestro destaca los aspectos más
relevantes de esta cultura, recuperando
nuestra historia y recuperando nuestros valores. Y ese es el trabajo incansable
que cumple día a día Mario Marín, luchando por un legado que perdurará en el
tiempo. En la portada de su libro leemos “Detrás de los quimbayas quedó el
misterio que ilumina el imaginario alegórico de la raza, que los talentos
buscan en silencio las huellas del pasado que habitó en La Soledad del
espléndido tesoro de los Quimbayas”.
Por:
Jefersson Andrés Rodríguez
Redactor Periodístico
Revista Digital Senda
Quindiana