Arte quindiano para el mundo
“Yo empecé hace más de 30 años a hacer figuras sobre tierra porque quería darle algo grandioso a Armenia y al Quindío, porque soy un gran enamorado de estas tierras”, dice con firmeza Efrém Fernández Varón, un hombre de 71 años, mirada noble, cabello cano, contextura gruesa y cojo andar.
Efrém es el maestro precursor del Barranquismo, técnica que consiste en transformar la superficie de la tierra: en arte. Para él, todo empezó en 1975, cuando era mecánico de la EPA; allí, en los talleres de reparación, notó un par de huecos sobre un barranco, “los que me parecieron las olletas de una nariz”, indicó.
Un año después de hacerle la nariz a ese par de huecos, Efrém concluyó su primera obra, llamada La Creación, con la cual se ganó el primer Salón Regional de Artistas Quindianos, realizado en homenaje a los diez años de la creación del departamento del Quindío.
Antes de hacer una obra, primero se debe desyerbar el barranco, luego se le aplica un herbicida para que no le crezca la maleza tan rápidamente y con un machete se tallan las figuras deseadas; después se le aplica una capa de una mezcla de arena con cemento y agua, la cual hará más resistente a la figura y, finalmente, se le echa otra capa de sólo cemento con agua.
Parece fácil, pero es un trabajo dispendioso y, sin embargo, el Barranquismo suele ser efímero, pues dichas obras artísticas desaparecen debido a: la erosión del terreno, a la lluvia, al abandono y al poco sentido de pertenencia de las personas que las dañan.
A pesar de todo y que recibe poco apoyo gubernamental, Efrém sigue persistiendo con pasión y ahínco en continuar contribuyendo con su trabajo en la consolidación de un bello arte que le brinda al Quindío un enorme potencial turístico y cultural.
Hasta la fecha, Efrém ha realizado más de veinticinco obras de Barranquismo, en la mayoría de las cuales prima la temática aborigen precolombina: poporos, rostros indígenas, etc. e igualmente, todo lo referente a la simbología cafetera. Lamentablemente, casi todas ya han desaparecido, “quedando para el recuerdo tan sólo algunas fotos” indicó Fernández Varón.
De las obras que aún siguen en píe, se destacan: Alegoría al Agua, ubicada sobre la avenida Bolívar; Diálogos del Pensamiento, ubicada en el barrio María Cristina y Alegoría a Armenia, ubicada sobre la avenida Ancisar López; sin embargo, estas obras están en peligro de desaparecer, debido a la falta de mantenimiento, pues la maleza las invade rápida y constantemente.
Entre las obras desaparecidas se encuentran: Leyendas del Caminante, ubicada en la salida de Armenia hacia Calarcá, la cual hizo con motivo del centenario de Armenia; Alegoría a la Guadua, ubicada frente al colegio INEM y Escultura Quimbaya, ubicada en el parque de los aborígenes; entre otras más.
Para Efrém, el “Barranquismo es un arte que empezó y seguirá como un atractivo turístico”. Un bello atractivo que si se explota de la manera adecuada, le generará muchas cosas positivas al Quindío.
Por Gustavo Adolfo Flórez G. (Coordinador de Edicción y Comunicaciones Revista Senda Quindiana)
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